Por la fecha 26 de la Liga Profesional, Independiente perdió 1-0 frente a Atlético Tucumán como visitante y no pudo hilvanar su segunda victoria en fila. Pablo Echavarría y el cuerpo arbitral perjudicaron al Rojo claramente, que tampoco tuvo ideas para poder empatarlo.
Porque si bien el encuentro tuvo un arranque parejo, con una tapada por lado de los arqueros, el único gol del encuentro llegó por un penal inventado que solo el VAR vio por una supuesta infracción de Patricio Ostachuk a los 17 minutos del primer tiempo. Marcelo Estigarribia remató a la izquierda de Rodrigo Rey, quien se tiró para el otro lado y puso el 1-0.
Minutos después, Nicolás Romero puso en riesgo la integridad de Baltasar Barcia al disputar una pelota alta con los pies frente a la cabeza del uruguayo. Era falta y segunda amarilla para el defensor de Atlético Tucumán. Bueno, falta para todos menos para Echavarría. El VAR no podía intervenir en esta y el juez volvió a perjudicar al Rojo.
Así que Independiente tuvo que pelear en Tucumán contra sus propias limitaciones y los árbitros. ¿Qué hizo para empatarlo? Poco. Ostachuk tuvo dos buenos remates en el primer tiempo de afuera del área y la más clara fue de Javier Báez en el complemento, un penal en movimiento que no acertó ni al arco. Después Braian Martínez, con más ganas que criterio, se las arregló para asustar, pero él solo porque ni los cambios le inyectaron ganas al equipo.
Y claro, Independiente está seteado para no generar peligro desde un juego posicional, sino que abusa del pelotazo y deposita su suerte a la precisión de los lanzadores y los duelos aéreos. Hoy no estuvieron claros y lo sintió, sobre todo en el segundo tiempo cuando tuvo el control del juego pero no supo arrinconar al local, que jugó de contra, con la desesperación del Rojo y terminó con uno menos por la expulsión de Bruno Bianchi.
La victoria en Santiago del Estero no tuvo el efecto deseado en los dirigidos por Ricardo Zielinski. Un certamen de 27 fechas en la que el Rojo no pudo ganar dos partidos seguidos habla del presente de este plantel que tuvo tres técnicos y casi siempre un mismo denominador: la falta de fútbol. Los dirigentes tienen que cambiar muchísimo si no quieren volver a pasar papelones. ¡Así que despiertensé de una vez por todas, por favor!
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