Independiente empató 1-1 con Atlético Tucumán por la fecha 12 de la Copa de la Liga. Jugó un partido horrible, igualó de manera agónica y está obligado a sacar los 6 puntos que quedan.
Con los resultados puestos y la responsabilidad de conseguir un triunfo sí o sí, al Rojo le pasó lo que le sucede los últimos años: cuando depende de él y tiene que ganar no lo hace. Las ganas y el empuje por lograrlo duraron un suspiro, los primeros minutos en el inicio y los del final tras el empate.
Se vio un equipo sin alma, sin entrega, con jugadores estáticos y perdidos. Lo único rescatable es este empate que si sirve o no, lo sabremos más adelante. Atlético Tucumán aprovechó toda esa falta de protagonismo y se puso en ventaja por un error de Iván Marcone en la mitad de la cancha, yendo a disputar una pelota muy suave a los 34′, tras un centro bajo de Juan Infante y alguna pifia, Mateo Bajamich empujó a la red para poner las cosas 1-0. Al primer tiempo solo le quedó lugar para un cabezazo de Gabriel Ávalos que tapó José Devecchi.
Ya en el complemento, Tevez metió a Lucas González, para reforzar el mediocampo, tratar de darle más juego al equipo y sacar a Ávalos que venía teniendo un flojo partido, usando a Alex Luna y Javier Ruíz de extremos. Cómo no funcionó, volvió a meter mano con los ingresos de Neves y Canelo, pero tampoco fue la solución. Mucho menos, Adrián Spörle y Santiago Toloza.
Sin un planteo claro y mucha confusión, Independiente tuvo una clarísima en la que Ignacio Maestro Puch le sacó el gol a Canelo abajo del arco. Sin embargo, el empate llego de manera agónica: a los 44′, Puch la bajó de cabeza en un córner y Mauricio Isla la terminó metiendo también de cabeza, para el 1-1 final.
Pésimo partido del Rojo de Tevez, casi pierde con un club que no había ganado en lo que va del año. Hubo insultos y silbidos para los jugadores y dirigentes. Si no mejora y vuelve a ponerse el chip de las primeras fechas, se queda afuera.
