Independiente goleó 3-0 a Unión por la fecha 21 de la Liga Profesional. A continuación, los principales motivos de la victoria en casa.
- Se adueñó de la posesión: el Rojo tuvo desde el inicio del partido el deseo de tener la pelota, a veces no supo qué hacer con ella, ni cómo darle vértigo a la circulación, y otras logró triangular. El partido terminó con un 60% a favor.
- Cambios tácticos: los retoques de Julio Vaccari dieron sus frutos. La posición de Santiago Montiel, que venía ubicándose casi siempre como extremo por derecha, lo que lo obligaba a enganchar para el centro o el disparo al arco. Sobre la izquierda ganó un tiempo, asistió y no lo anularon. El ingreso de Santiago Hidalgo le facilitó las cosas a Gabriel Ávalos y volver a ubicar a Felipe Loyola en el medio.
- Espejismo en defensa: tal como dijo el entrenador en conferencia, cuando el equipo presionaba, armaban una línea de 5 con Adrián Spörle como stopper izquierdo y Montiel de carrilero, permitiendo a los 3 volantes emparejarse con los del rival y cortando así los circuitos de juego del Tatengue.
- ¡Para adelante!: cada vez que se lateralizaba el juego del Rey de Copas, pudiendo progresar, bajaba un murmullo desde los 4 costados de la cancha. En cambio, cuando se conectaron 3 o 4 pases seguidos hacia delante, se vieron las mejores jugadas colectivas. Es uno de los grandes defectos a solucionar por parte de Vaccari, ser un equipo profundo, impredecible y no tener la pelota sin buscar lastimar.