Independiente disputó en el primer semestre del año la Copa de la Liga, donde el rendimiento fue irregular y se quedó afuera de los playoffs.
Terminó en la sexta posición con 23 puntos, que derivan de 6 victorias, 5 empates y 3 derrotas, con 14 goles a favor y 10 en contra. Quedó a 2 unidades de Vélez, último clasificado a playoffs, y a 4 de River, lider de la Zona A. Matías Giménez fue el goleador del Rey de Copas con apenas 2 tantos, mientras que Rodrigo Rey tuvo 6 vallas invictas.
Luego de evitar el descenso y mostrar otra cara con respecto a su llegada, el equipo de Carlos Tevez comenzó el campeonato con caras nuevas, como las de Jhonny Quiñónez, Ignacio Maestro Puch, Alex Luna, Gabriel Neves y Gabriel Ávalos. El paraguayo llegó con las expectativas altas tras su paso por Argentinos Juniors, pero no terminó teniendo un buen primer semestre.
Arrancó con 2 valiosas victorias de visitante, ante Independiente Rivadavia y Vélez, ambas por 1-0, aunque de local caería 1-0 con Gimnasia La Plata. Sin tener un juego vistoso, supo tener buenos ratos de fútbol, como en los triunfos frente a Rosario Central (1-0), Instituto (2-0) y Argentinos (2-1). A su vez, perdió el clásico contra Racing 1-0 en casa.
Uno de los partidos más trascendentes fue la fecha 9 con Barracas Central. El Rojo fue perjudicado, lo que desató la guerra entre el Apache y Claudio Tapia, junto a Pablo Toviggino, presidente y tesorero de la AFA respectivamente. A partir de ahí, el equipo mermó mucho en el rendimiento.
Aún con tropiezos como contra Riestra (caída 1-0) y Atlético Tucumán (1-1), llegó a la última jornada dependiendo de sí mismo para pasar de fase. Se fue ganando 2-0 al entretiempo ante Talleres en Avellaneda y en 5 minutos se lo empataron. La ilusión se esfumó y se despidió temprano de una nueva Copa de la Liga.