Julio Vaccari llegó para reemplazar a Carlos Tévez, asumió luego del interinato de Hugo Tocalli y firmó con el Rojo en julio de este año. Logró el objetivo de meter a Independiente en la Copa Sudamericana.
Tuvo un arranque flojo, llegó a los 4 partidos sin conocer la victoria, donde empató 2 y perdió 2. Para colmo, los dirigentes no podían levantar las inhibiciones y los refuerzos no se podían utilizar. El hincha se empezó a impacientar, pero ya con todos los jugadores a disposición y una victoria de visitante ante Estudiantes por 2-0 con goles de Kevin Lomónaco y Gabriel Ávalos, trajo la calma.
Acertó con los refuerzos, algo que no le ocurrió a Tevez. Ellos le cambiaron la cara al equipo y levantaron el nivel de otros que venían muy bajos. La columna vertebral con Rodrigo Rey, Kevin Lomónaco, Iván Marcone y Gabriel Ávalos fueron el sostén del ciclo. Felipe Loyola, Santiago Montiel y los juveniles como Diego Tarzia, Santiago Hidalgo y Lautaro Millán los que acompañaron a lograr una larga racha de partidos invictos en la Liga Profesional: 12 encuentros.
Vaccari tuvo un total de 24 partidos dirigidos, ganó 9, empató 10 y perdió 5. Fue el equipo menos goleado, pero hay un lunar: no ganó ni un solo clásico de los 4 que disputó, empató todos 0-0.
Sin embargo, tiene la frutilla del postre. Algo que no pasó en los últimos 2 años. Clasificó a la Copa Sudamericana y se quedó en la ventana de la Copa Libertadores.
Ya se sabe que Vaccari va a seguir en el 2025. Ahora, será tarea de los dirigentes poder armarle un plantel para que pueda competir, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Y tratar de no desarmar lo que en estos últimos seis meses funcionó bien.