Marco Pellegrino llegó a Independiente en el mercado de pases de mitad de año. Nunca logró agarrar la titularidad y sus problemas fuera de la cancha lo dejaron afuera del club.
Vino a préstamo desde Milan, sin cargo y sin opción, buscando relanzar su carrera y adueñarse del puesto de central izquierdo. Para Julio Vaccari nunca fue mejor que Joaquín Laso y con el correr de las semanas el tiempo le terminó dando la razón al DT.
Tardó en llegar su habilitación y eso le jugó una mala pasada. Luego, fue él quien con actitudes poco profesionales sobrepasó todos los limites: salidas nocturnas, llegadas tarde a los entrenamientos y en malas condiciones. Vaccari lo sancionó y nunca cambió su actitud. Puso en riesgo la salud institucional del club y la suya. Un caso perdido.
Yendo estrictamente a los futbolístico, jugó 7 partidos y completó 438 minutos en cancha. Su futuro está fuera de Independiente, por suerte.