Sebastián Sosa y Juan Manuel Insaurralde, los claros responsables de la derrota 3-1 de Independiente contra Patronato.
El arquero uruguayo le regaló, prácticamente, el segundo gol al local. Recibió la pelota en el área y en vez de rebolearla optó por esperar que se acerque Jonás Acevedo para, posteriormente, gambetearlo. Pero esta acción la terminó aprovechando el delantero, que leyó muy bien la idea de Sosa, le robó la pelota y estiró la ventaja.
Sin dudas, que este error fue un balde de agua fría para el equipo. Por la forma del gol, el momento en el cual se da y por lo que significa estar 2-0 abajo con lo que cuesta revertir un resultado a Independiente.
Como si fuera poco, Insaurralde también tuvo una tarde -como otras- para el olvido. No brindó seguridad en defensa, ni por arriba (como vino el primero) ni por abajo (como el tercero), estuvo lento y errático. En el último gol se cae (solo) insólitamente en el área propia y le cede el espacio a Axel Rodríguez para que remate sin marca.
Sus errores incidieron considerablemente en el resultado, pero no es algo que solo pasó una vez. Ya es bastante habitual en ellos y será una incógnita qué pasará después de diciembre cuando se le venzan el contrato a ambos.