Sebastián Sosa (7): resistido y con errores graves en los últimos partidos, hoy fue clave importante para sostener el empate, sobre todo en el primer tiempo tapando dos pelotas claves.
Alex Vigo (3.5): es perseverante, porque pasa todo el tiempo, pero resuelve siempre mal.
Sergio Barreto (4): dubitativo en algunas jugadas que terminaron en situaciones para Central.
Juan Manuel Insaurralde (3): su presencia en cancha solamente provoca inseguridad. Otro partido para el olvido.
Lucas Rodríguez (3.5): flojo, al igual que Vigo. Limitado, sin peso ofensivo y con errores atrás.
Lucas Romero (4): un tiro suyo en el comienzo fue de lo más peligroso del Rojo en el partido. Impreciso, con errores no forzados en el manejo de la pelota.
Iván Marcone (4.5): siguen sin ponerse a punto desde lo físico, pero se lo vio un poco mejor con la pelota en los pies. Por lo menos, distinto a lo que mostró en otros encuentros. Tendrá que agarrar ritmo rápido.
Alan Soñora (3): prácticamente no tocó la pelota en todo el primer tiempo. El complemento venía en la misma sintonía y Claudio Graf optó por sacarlo.
Tomás Pozzo (4): estuvo un poco más movedizo y participativo que Soñora, pero al igual que al 10 del Rojo le costó generar un poco de fútbol. Algún arresto individual y no mucho más.
Facundo Ferreyra (3): jugó casi todo el partido con el arco a sus espaldas, y en las pocas que lo tuvo de frente, sobre todo en el segundo tiempo, no tomó las mejores decisiones. La más clara fue una jugada sobre el final que pasó cerca.
Leandro Fernández (3): poco participativo y no estuvo claro. Graf también lo sacó para que debute Hidalgo.
Damián Batallini (3): otro que fue muy reprobado e insultado por los hinchas. Su ingreso no aportó nada distinto.
Santiago Hidalgo (5): lástima que con apenas 17 años le tocó debutar en este contexto. Frescura, presión y movilidad en ataque. Le metió una bocha bárbara a Ferreyra.
Rodrigo Márquez (-): entró con ganas, perdió y gano, pero mostró otro temperamento. Sobre el final se hizo cargo de un tiro libres, que se fue algo desviado.
La desastrosa gestión de la “Dirigencia”, se traslada a todas las actividades de quien fuera el ORGULLO NACIONAL. No se entiende, como una institución que gozara de GRAN PRESTIGIO, cayo tan bajo. HASTA CUANDO ???