El fútbol está de luto por la muerte de Pelé, símbolo mundial de este deporte y uno de los mejores jugadores de la historia. Independiente lo recibió en los años ’60.
A los 82 años, Edson Arantes do Nascimento falleció este jueves tras luchar durante varios meses con una enfermedad que deterioró salud. Detrás quedó un inmenso legado de goles y gambetas con las camisetas de Santos y de la Selección de Brasil, donde conquistó nada menos que tres Copas del Mundo.
Apenas se conoció la noticia, el Rojo dio sus condolencias y despidió a uno de los futbolistas más ilustres que alguna vez pisaron el césped de Alsina y Bochini. “Recibimos con tristeza el fallecimiento de Pelé, leyenda del fútbol mundial y fiel exponente del espíritu del fútbol sudamericano. Despedimos a uno de nuestros grandes rivales deportivos de la década del 60 y distinguido visitante de la Doble Visera. Que en paz descanse, O Rei”, expresaron desde las redes sociales del club.
Recibimos con tristeza el fallecimiento de @Pele, leyenda del fútbol mundial y fiel exponente del espíritu del fútbol sudamericano.
Despedimos a uno de nuestros grandes rivales deportivos de la década del 60 y distinguido visitante de la Doble Visera. Que en paz descanse, O Rei. pic.twitter.com/E33i5A4kf6
— C. A. Independiente (@Independiente) December 29, 2022
Pelé jugó en la Doble Visera el 1º de febrero de 1964, cuando participó de un partido amistoso entre Santos e Independiente. Ese día, el Rojo de Manuel Giúdice goleó 5-1, en la antesala de lo que sería el bicampeonato de América.
En aquel encuentro, Rubén Marino Navarro tuvo la responsabilidad de marcar a O Rei, quien luego lo llenó de elogios. “Pelé sentía admiración por Navarro. Siempre nos decía que fue el defensor que mejor lo había marcado a lo largo de su carrera. Hacha Brava era duro, pero al mismo tiempo noble. Y por haberse enfrentado en algunos partidos y giras se hicieron muy amigos”, comentó Miguel Ángel Santoro en charla con Olé.
Esa amistad de Pelé con el plantel de Independiente se extendió durante varios años, a tal punto que cada vez que venía a jugar a Argentina se reunía a comer asado con el plantel del Rojo en la Doble Visera.