Pablo Cavallero rompió el silencio después de su renuncia como director deportivo de Independiente y realizó un balance de los últimos dos mercados de pases.
“Cuando llegamos al club estaba destrozado en todas las áreas. No se recompone en cuatro o cinco meses. A veces los resultados ayudan a que se pueda trabajar más. Creo que los directivos han hecho un esfuerzo impresionante. Fue un mercado de pases difícil”, expresó Cavallero en charla con TyC Sports.
El exdirector deportivo dejó en claro que su salida estuvo de alguna manera atada a la renuncia de Ricardo Zielinski: “Sabía que si él daba un paso al costado, yo también lo tenía que hacer, porque yo era una de las personas que había confiado en él y en el proceso”. En la misma línea, entendió que “no se dieron los resultados y uno tiene que aceptarlo y dejarle paso a otra persona que pueda resolver este momento tan complicado”.
Por otro lado, señaló las complicaciones que tuvo para armar el plantel: “Hay mucha política queriendo meter trabas en las incorporaciones. Hemos gestionado más de 48 negociaciones y hemos llegado a buen puerto en cuatro, porque se filtraban los nombres o no querían venir o tenían desconfianza”.
Consultado sobre su vínculo con el representante Uriel Pérez, explicó: “Antes que abra este mercado de pases hemos traído 12 jugadores que no eran de su agencia. Hay algunos representantes que manejan gran mayoría de los futbolistas. Ahora coincide que Mancuello y Canelo son de él”.
Tras su descargo, contó cómo fue que se cayó el pase de Cristian Tarragona a Independiente. “Se llegó a un acuerdo con él, fuimos a la oficina a esperarlo y sobre el final cambió muchas condiciones. Él nos empieza a pedir los contratos, le pasamos un borrador y empezó a pedir cosas que no habíamos pactado. Accedimos que venga. Sobre la hora nos dice que él no salía de La Plata hacia Buenos Aires si no era con membrete del club. Le mandamos todo membretado, pero al final nos dimos cuenta que él quería mejorar el contrato que le estaba ofreciendo Gimnasia”, detalló.
