Los comicios terminaron 15 minutos antes de las 18. Estaba especulado que la entrada de socios se extendiese hasta las 17:30 considerando que las elecciones no habían empezado a las 8 en punto. Así y todo, pasadas las 17, la junta electoral dio la orden a la policía de cerrar las puertas del Bottaro y ambos salones del segundo piso.
Tampoco hubo acceso a la Sede por la puerta principal en donde la barra se mantuvo firme desde las 13:30 y, hasta que se supo que Javier Cantero era el ganador. La misma policía que no hizo nada para facilitar la movilidad por la entrada principal fue la que empezó a desalojar gente e, incluso, periodistas. Fernando Sciaccaluga, ex vicepresidente de Andres Ducatenzeiler y, hasta hoy, integrante por el oficialismo de la junta electoral fue quien dio estas indicaciones a los bonaerenses.
Los primeros resultados fueron las mesas de vitalicios, allí; el oficialismo marcaba su diferencia. Lo cierto es que las mesas de jóvenes comenzaron a demostrar que la victoria de Independiente Místico no tenía vuelta atrás. Fue allí cuando Cristian Mattera, actual Secretario General reconoció que se habían alcanzado los diez mil votantes. A todo esto, Barrueco ya asumía por lo bajo la derrota. Otros, en cambio, sostenían un mano a mano peleado hasta el final.
Poco les duró la ilusión porque para las siete y media de la tarde, Claudio Keblaitis ya se proclamaba ante los medios como ganador. Rápidamente, el hall se llenó de militantes místicos al grito de “el club es de los socios” y “ya se terminó la mafia”. La cúpula de la barra, en tanto, dio la orden de liberar el frente. Los festejos fueron en paz y los pocos dirigentes oficialistas ya no eran obedecidos ni por la seguridad privada del club quien les había dejado cerrada la puerta del Bottaro. Así y todo, se fueron por atrás…