Luego de la derrota por 3 a 2 en Quito, el plantel de Independiente, junto a dirigentes, hinchas y barras, viajo en un vuelo Charter hacia Guayaquil. Allí todos juntos tomaron otro vuelo Charter hacia Buenos Aires y arribaron cerca de las 11 de la mañana.
El ánimo del plantel era bueno a pesar de la derrota ya que consideran que se hizo un desgate enorme y quedó la serie abierta para definir en Avellaneda. No era fácil remontar un 3 a 0 y el Rojo realizó un buen partido.