El Libertadores de América fue una caldera: afiches en los alrededores del estadio, banderas dadas vuelta en la tribuna y cantos contra los jugadores y el presidente durante y después del partido. La tercera derrota al hilo de Independiente en el campeonato dejó un clima muy caldeado para visitar a Banfield.
Durante la previa ya se respiraba un aire de pocos amigos. En las calles aledañas al estadio se podían observar afiches del Movimiento Independiente Exigente, donde escracharon con foto a los integrantes de la Subcomisión de Fútbol, con Javier Cantero incluído, junto a todos los representantes de socios que aprobaron el balance.
Luego, al ingresar al Libertadores de América, las tribunas lucían con las banderas dadas vueltas, una clara muestra del malestar del hincha. También, se pudieron ver varios trapos exigentes que aparecen siempre cuando las cosas van mal.
Si bien los primeros cantos a los jugadores partieron de la Tribuna Norte y un sector de la Platea Erico, con el correr de los minutos se fue sumando el resto de la cancha. Lo peor llegó con el gol del Globo, cuando comenzaron a aparecer los primero silbidos a Daniel Montenegro y sobre el final del encuentro insultos para el presidente.
Como ya es costumbre luego de cada derrota, el hall central de la Platea Erico se pobló de hinchas pidiendo la renuncia de toda la comisión directiva e insultando a los jugadores.
