Javier Cantero renunció a la presidencia de Independiente tras la bochornosa derrota ante Sarmiento de Junín. Tras dos años y tres meses, le comunicó a sus pares presentes en Junín que dajaba el cargo. Esta mañana, salió a desmentir lo confirmado por sus propios colegas en la madrugada.
El club arde más que nunca. El equipo llegó a ocho encuentros sin ganar y fue alcanzado por Instituto en la B Nacional, pero la noticia llegó desde la dirigencia. Javier Cantero renunció al cargo de presidente en la madrugada y por estatuto debía hacerse cargo del club el Vicepresidente Rubén Vázquez. Pasadas las horas de la mañana, el presidente, en contra de todos los dichos de sus compañeros en la dirigencia, aseguró que no renuncia.
El descenso a la B Nacional, las deudas con el plantel y el cuerpo técnico, los increíbles contratos firmados, los perros colgados, los quinchos quemados, el paro de empleados y el embargo de las copas, entre otras tantas cosas, hicieron explotar todo por los aires y Cantero le comunicó a sus pares que daba un paso al costado. En el vestuario, ante siete testigos -entre ellos dos dirigentes, gente del departamento de fútbol y allegados-, aseguró que dejaba el club porque los jugadores le pasaban factura a él. Sin embargo, ante la sorpresa de estos mismos, esta mañana aseguró que se queda. De hecho, algunos miembros de la CD admiten que el presidente, vía mail interno, les confirmó la noticia.