Es evidente que desde el cuerpo técnico se dio la orden a los jugadores en el vestuario de que no hablasen. En primera medida, Garnero tardó aproximadamente media hora en llegar a la sala de conferencia de prensa.
Luego, en zona mixta, los jugadores salieron de los vestuarios una hora después de culminado el partido. El primero en hacerlo fue Andrés Silvera, si bien se sabe que el “Cuqui” nunca habla, tampoco lo hicieron los miembros del plantel que acostumbran a hacerlo.
El único que lo hizo fue Facundo Parra y durante menos de 1 minuto. Sus únicas palabras fueron: “El campeonato hay que tratar de sacarlo adelante como sea, son cosas que pasan, hoy no estuvimos bien y nada más”. Pidió disculpas y se retiró.
Si bien comprendemos la derrota, nos parece una falta total de respeto y de consideración para con las personas que nos encontrábamos trabajando allí intentando reclutar algunas palabras para todos los hinchas de Independiente.
Habitualmente, tanto Maxi Velázquez, como Galeano y Julián Velázquez, suelen declarar. Sin embargo, en esta oportunidad no lo hicieron. Otro que venía declarando aún en situaciones adversas es Germán Pacheco. Sin embargo, esta vez prefirió quedarse en silencio.
Párrafo aparte para Lucas Mareque, irrespetuoso como siempre sobrando al periodismo con mirada soberbia. Tuzzio, por otro lado, debe ser el único capitán del fútbol argentino que no da la cara. Ninguno lo hace, siquiera ante los petitorios periodísticos que aclaran que se va a hablar “solo de fútbol”.
Los últimos en salir fueron Rotchen y Garnero junto a Walter Busse y Carlos Matheu que compartieron el vestuario con sus compañeros. Otro que anduvo dando vueltas en la zona de vestuarios fue Roberto Battión. Sin embargo, el jugador no se retiró en el micro con el resto del plantel.
A la salida, en el micro, un grupo de 30 inadaptados gritó detrás de la valla a los jugadores. En primer lugar se reconoció el trabajo de Tuzzio. Sinembargo, un idiota le gritó a Mareque que se pusiera el buzo de DT cuando quien venía detrás era Daniel Garnero. Entre los más insultados estuvieron Cabrera, Mancuello y hasta Fredes, que no jugó.
También la ligaron los periodistas. “Digan la verdad mentirosos” y “hay que violarlos a todos” fueron algunas de las agresiones.
