El Análisis: muy superior en el juego, ineficaz en los arcos

Tras el bochornoso empate por parte de los suplentes de Independiente frente a Alianza Coronel Moldes en la Copa Argentina, llegó la fecha 11 del torneo de 30 equipos, jornada clave para ver si los jugadores realmente seguían creyendo en Jorge Almirón con acciones en la cancha, más allá de los micrófonos. Y sí, la actitud no falló, se notó que el equipo se mostró convencido con la idea que propone el entrenador, pero nuevamente apareció la grave falla en la definición, los errores infantiles atrás y los cambios extraños del técnico.

Independiente planteó el partido de forma casi idéntica a la primera fecha en Rosario frente a Newell’s. Y desde el primer minuto fue ampliamente superior a Banfield. Se paró de mitad de cancha -zona donde aplicó fuerte presión- hacia atrás, para cortar y salir rápido.

De hecho, a los dos minutos, tuvo la primera clara del partido. Federico Mancuello recuperó una pelota cerca de la mitad de la cancha, avanzó y dejó mano a mano a Lucas Albertengo, que definió mal ante la salida del arquero de Banfield. La secuencia:

A medida que pasaban los minutos en el primer tiempo, el Rojo comenzó a adelantarse. A los 14 minutos, tras una nueva recuperación de Mancuello en mitad de campo, nació el gol de Independiente. Triangulación rápida, buena gambeta de Pisano y enorme definición, picándola por encima del arquero.

Lejos de conformarse, el equipo de Almirón siguió creando y errando situaciones de gol claras. Por ejemplo, Francisco Pizzini quedó mano a mano con Fernando Pellegrino, pero no remató, ni tocó para Mancuello -estaba solo-. Insólitamente, se resbaló.

Hubo una constante en los 90 minutos del juego a favor de Independiente. Cada vez que atacaba, la cantidad de espacios que generaba en ofensiva era impresionante. Al ver las próximas cinco imágenes -algunas de las tantas que mostró el partido-, es difícil entender cómo terminó en empate este encuentro.

En el arranque del complemento llegó el primer cambio extraño de la tarde. Almirón sacó a Martín Benítez -de flojo primer tiempo- y metió a Franco Bellocq. Difícil de entender. El entrenador explicó que el cambio se debía a la amarilla que tenía Jesús Méndez y que la intención, además, era neutralizar a Juan Cazares. Sin embargo, el enganche de Banfield hizo muy poco en la primera parte como para tomar semejante precaución. Es más, la marca hombre a hombre sirvió solo unos minutos, ya que luego el ecuatoriano se movió por todo el frente de ataque, sin molestias de Bellocq. Además, en caso de compartir la razón del cambio, es complicado explicar la elección del intérprete, quien muestra un bajísimo nivel desde que el club ascendió a Primera.

Si bien siguió generando ocasiones de gol, el equipo empezó a meterse cada vez más atrás en su propio campo y el local, con muy poco, empezó a empujar.

Y logró el empate. Luego de un córner, un jugador de Banfield cabeceó al segundo palo y Bellocq, que tardó en salir del primero, habilitó a dos futbolistas del Taladro.

Con el 1-1 consumado, después de haber dilapidado una cantidad enorme de situaciones de gol, Independiente volvió a adelantarse unos metros para seguir atacando. Pero la puntería era nefasta. Méndez realizó una gran jugada, le dejó el tanto servido a Mancuello, pero el capitán la tiró arriba del travesaño sin arquero. 

Antes del final, también tuvo un remate en el palo de Pisano, con posterior disparo de Mancuello, que Pellegrino tapó. A falta de 10 minutos ingresó Emiliano Papa por Pizzini. ¿La razón? No la sé. Y a cinco minutos del final entró Juan Martín Lucero por Albertengo. ¿La razón para hacerlo tan tarde? Tampoco la conozco. ¿Banfield? Dos remates de afuera del área y una volea de Mauricio Cuero que sacó bien Diego Rodríguez. No hubo tiempo para más e Independiente volvió a perder puntos importantes, sumando su quinto empate en los últimos seis partidos.

Lo positivo fue la firmeza de la defensa, principalmente de la zaga central compuesta por Mauricio Victorino y Víctor Cuesta. Tanto hoy como ante Argentinos, se entendieron bien y mostraron solidez. Sin embargo, Cuesta no podrá estar ante Boca por llegar a la quinta amarilla. Otro aspecto bueno del equipo fue la creación de llegadas de gol y la actuación de Pisano, suelto por todo el frente de ataque, generando peligro en todo momento.

Pero lo negativo terminó pesando más en la balanza. La falta de eficacia no es algo nuevo en este equipo. Independiente jugó 11 partidos en el torneo local y uno por Copa Argentina en el 2015 y necesita más de cinco chances de gol para convertir. Es muy bueno que haya situaciones, pero en el fútbol se gana con goles. Repito, no es cosa de un partido, es algo que se repite desde el inicio del campeonato. Otro punto que se ve reiteradamente es la falta de atención, ya sea por un jugador u otro, que deriva en un gol infantil de los rivales.

En el análisis del juego, estoy convencido de que Independiente merece tener más puntos en la tabla, pero los merecimientos en el fútbol son sólo eso, merecimientos. Para luchar un torneo se debe pulir algo tan importante como la definición y obligar a los rivales a que, si deben convertirte un gol, que sea con la mayor dificultad posible. Ahora se vienen dos choques muy pesados: Boca de local y Racing de visitante. El equipo tendrá la chance de demostrar de una vez por todas que está vivo o tal vez se desplome definitivamente.

La terna arbitral

Mauro Vigliano tuvo una buena labor en el encuentro. La única jugada polémica del partido se la debe adjudicar a los líneas. Mauricio Asenjo, al rematar, está finamente adelantado. Pero hay algo que hace a la jugada más difícil: no se puede apreciar con claridad si el otro jugador de Banfield toca la pelota en el intento de practicar una tijera. Por eso, creo que no es para nada un error determinante y el Rojo se empató solo el partido.