¡No va maaaaas!!! Ese grito se podría escuchar este fin de semana largo en varios casinos del país, en donde miles de personas disfrutan de estas minis vacaciones por los Carnavales. Y hablando de Carnavales, también se podría asociar a este Independiente con una Murga. Bueno, los dos escenarios posibles lo pintan de cuerpo entero a este plantel bastante particular.
Pero ese grito no fue de un crupier, sino de los millones de hinchas del Rojo desparramados por el mundo que no quieren ver a Independiente bailar en una cancha de fútbol como si fuera un corsódromo. Y mucho menos que 11 tipos jueguen con las ilusiones y los sentimientos de los hincha como si fueran fichas sobre un paño. Esto es Independiente y el que no lo entienda tiene que dar un paso al costado (y no precisamente el técnico que es el primer fusil que salta. Está comprobado que en Independiente eso no funciona).
Hace varios partidos que Independiente no juega a nada y se escuchan discursos diferentes. Por un lado, el DT dice que hay que empezar a sumar en el campeonato y; por el otro lado, los jugadores “importantes” salen a decir que no hay que dejar la Copa Libertadores de lado. Así la convivencia se hace insostenible. Y eso es lo que viene pasando. Discusiones, caras de fastidio, mala predisposición a la hora de trabajar, etc, etc, etc.
Partidos como el de hoy, donde se vio a un Arsenal llevarse por delante al último Campeón de la Copa Sudamericana, no pueden volver a ocurrir. El equipo de Alfaro hizo lo que quiso.
El Primer tiempo fue un horror, no hubo una idea de juego, faltó actitud y buena voluntad. Jugadores que pasan por un bajísimo nivel y algunos otros con pocas ganas de vestir la camiseta de esta Gloriosa Institución. El Rojo se fue al vestuario con un 2 a 0 abajo irremontable.
En el complemento Mohamed decidió mandar a la cancha a Patricio Rodríguez y a Facundo Parra que lograron cambiarle un poco la cara al equipo pero eso no alcanzó. Después ingresó Busse quién volvió al fútbol después de una larga recuperación. Si bien desde acá nos alegramos mucho por su vuelta a las canchas, el cuestionamiento es obvio: ¿estaba para volver?. Otro tema que nada tiene que ver con el pobre Walter que a la segunda pelota rengueaba. El 3 a 0 no tardó en llegar y fue otro cachetazo para el Turco Mohamed. Ya no sabe que más inventar para revertir este calvario modelo 2011.
Las versiones ya marcan que fue el útlimo partido de Antonio Mohamed y que se trataría del tercer intento por parte de los dirigentes ante la renuncia de quien hasta hace 3 meses era un héroe. Como se dijo arriba la situación no da para más. Ojala que esto no ocurra, porque más allá de los aciertos o errores que el DT pueda tener, no hace bien la salida de un técnico en la situación que nos encontramos. Si hay algo que nadie le puede reprochar a Mohamed es la falta de trabajo. Cualquiera que haya pisado un entrenamiento en la era Mohamed pudo ver a un tipo laburador y comprometido con la causa. Es por eso que esto va más allá del técnico de turno.
Estamos frente a un plantel que se devoró técnicos (primer copa de la historia con tres técnicos diferentes). También, frente a una dirigencia inepta que tiene por acierto veinte promesas incumplidas.
Como dijo Mohamed, no esperen a que la ALARMA empiece a sonar. Metansé en la cabeza que están representando a Independiente. El que lo entienda que siga y el que no que se vaya.