En el plantel de Independiente reina el silencio. En lugar de salir a desmentir todos los rumores que algunos periodistas y medios andaban haciendo circular sobre las posibles internas entre los jugadores y supuestas peleas con el cuerpo técnico, los players optaron por guardar silencio y buscar su enemigo en La Prensa.
Al término del partido con Newell´s los jugadores se retiraron sin hablar del estadio. Sólo se escucho a Eduardo Tuzzio hablando para la Televisión Pública en el campo de juego y al capitán Carlos Matheu respondiendo con un “ya se van a enterar”, ante la consulta de un colega de porque el silencio.
En el entrenamiento de ayer martes ignoraron a todo el periodismo que se hizo presente en el predio de Villa Dominico. Hasta algunos le quitaron el saludo a gente con la que tenía una buena relación.
Hoy miércoles nada cambio y el silencio todavía continúa. Algunos jugadores saludaron tímidamente cuidándose de que “alguien” los viera. Y otros siguieron con su postura de ignorar al periodismo que se hizo presente. Cuando hablas con ellos en forma particular te piden que no menciones que hablaron o que saludaron para que no tengan problemas. La situación es extremadamente exagerada.
Una falta de respeto más que nada cuando hay mucho Periodismo Partidario que en las últimas semanas lo único que hizo fue unirse y tirar para el mismo lado. Y mucho más sabiendo que no sólo somos Periodistas, sino que también somos hinchas que buscamos lo mejor para Independiente.
Lo correcto es no hablar con los medios o con los periodistas que tuvieron problemas, o salir a desmentir lo que paso y listo. Como si lo hizo el DT que fue el único que desmintió los rumores.
Los jugadores se deben a la gente, así sean muchos o pocos a los que les interese lo que ellos tengan para decir. Y el Periodismo es el vínculo entre los jugadores y los hinchas. Mucho más el partidario que es el que más hora de su vida le dedica al club.
Esta situación ya no solamente le molesta a La Prensa, sino también incomoda a algunos dirigentes y hasta a algunos jugadores que por no tirar en contra del grupo tienen que callar.
Seguramente esto dure poco y todo vuelva a la normalidad, sobre todo por el bien de Independiente, que siempre está por encima de todo. Los jugadores están de paso y mientras hablen dentro de la cancha y respondan con resultados como lo hicieron el lunes todo va marchar sobre ruedas.
