Una vez más Independiente tuvo todo a su favor para ganar el partido, pero no supo definirlo y se quedó con las manos vacías. Si bien por momentos se vio buen juego, no alcanzó para vencer a un tibio Liga de Quito, que se llevó más de lo que mereció y sigue en carrera por la clasificación.
Cuesta creer que el equipo haya quedado prácticamente eliminado de la Copa Libertadores si se tiene como base el partido frente a los ecuatorianos. Con mucha voluntad y control de pelota, Independiente dominó el encuentro en los 90 minutos y tuvo varias chances para ampliar la ventaja en el marcador que había conseguido a través de Leonel Núñez, pero la poca puntería a la hora de convertir volvió a ser el factor fundamental para no llevarse un triunfo.
El buen dominio del balón y la superioridad futbolística del equipo trajeron consigo la generación de muchas situaciones de gol. Cada uno de los delanteros tuvo en sus pies la victoria en jugadas clarísimas luego del insólito empate de Liga. Algunas veces por imprecisión, otras por infortunio y unas tantas por nervios, la pelota no quiso entrar y el empate quedó como resultado final. ¿El rival? Poco y nada.
Como dato positivo, se destacan buenos rendimientos individuales que ayudan a dar forma a un Independiente que estará definitivamente volcado en el campeonato local. Patricio Rodríguez se asoció bien con sus compañeros en ataque y volvió a ser el jugador desequilibrante que lleva más peligro al área rival. Iván Pérez demostró ser una alternativa interesante con su buen pie y la rápida adaptación al circuito de juego. Silvera, por su parte, reafirmó su aptitud física y mental para ser el cerebro del equipo en momentos difíciles.
Así las cosas, el Rojo de Avellaneda se despidió quizás injustamente del certamen continental más importante de América, sobre todo por los puntos perdidos en forma en insólita ante Godoy Cruz y ante Liga de Quito en la noche del martes. Pudo haber llegado más lejos pero no le alcanzó, y de ahora en adelante tendrá la mente totalmente puesta en el Clausura 2011 en busca de levantar el promedio y, por qué no, animarse a pelear el torneo.
Hola es un placer poder dejar mi opinión sobre este partido, me parece lastimosa la actitud del equipo de Avellaneda, siempre hay mil escusas al perder, creo que el equio ecuatoriano es un digno representante de dignidad futbolística y de hombría, deberíamos entender que el ser un ganador es una actitud de vida que empieza por el respeto a los dmás, fíjese ahí los rojos tienen su cancha que a pesar de ser reconocida mil veces por sus jugadores no les sirvió de mucho, imaginese si no les obsequiaban ese penal. Saludos Liga