(Columna de Opinión del Ing. Franco Di Perna)
Como cuan enfermo, la gente de Independiente esperaba la evolución del equipo en una instancia que no aceptaba otra oportunidad. Es cierto que la diosa fortuna quiso que a los dos minutos no estuviésemos perdiendo por dos goles, pero alguna vez, aunque son pocas, estuviese de nuestro lado.
Cuando se empezaba a emparejar en parte la tenencia del balón, llega un penal dudoso que nos ponía en estado de coma. Ahí el paciente se dio cuenta que solo restaba luchar para seguir viviendo y en el segundo tiempo empezó a buscar el remedio, pelear en todos los sectores de la cancha aun sin la claridad necesaria, pero de a poco el enfermo empezó a reaccionar, hasta que apareció el remedio y entre el pato y Gracian realizaron la transfusión que llevo al equipo al empate salvador que nos hace pasar de instancia. Es cierto, se salio del estado de coma, pero nuestro equipo tiene que saber que el tratamiento es largo y que hay que luchar mucho y con paciencia para no sufrir una recaída que complique el futuro.