Independiente perdió 2-0 ante Vélez en el Estadio José Amalfitani, por la 9ª fecha de la Superliga. En LocoXelRojo analizamos las claves de la derrota:
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- No imponer condiciones: el planteo inicial dejó en evidencia que Sebastián Beccacece pensó más en el arco propio que en el contrario. Más en neutralizar que en lastimar. El Rojo no pudo ser protagonista del partido y siempre corrió detrás de la pelota.
- Falta de una referencia de área: ante la lesión de Silvio Romero, el técnico volvió a improvisar con un falso 9. Esta vez le tocó a Sebastián Palacios, extremo derecho por naturaleza, quien obviamente no se sintió cómodo como centrodelantero. El ingreso de Cristian Chávez se produjo demasiado tarde.
- Superioridad de Vélez en todas las líneas: el local fue más que el Rey de Copas en todos los sectores de la cancha. La defensa nunca dio seguridad, el mediocampo perdió más de lo que ganó ante Fernando Gago y Nicolás Domínguez, y en ataque Palacios no pudo hacer pie contra centrales de gran porte.
- Problemas con la definición: Independiente no aprovechó las pocas situaciones que generó para ponerse arriba en el marcador, para empatar y para descontar. Palacios sacó un remate apenas desviado cuando el partido iba 0-0. Después, Pablo Pérez desperdició un mano a mano clarísimo que hubiera sido el 1-1 en un momento complicado. Y más tarde, Andrés Roa y Chávez tuvieron en sus pies el descuento, pero no lograron convertir.
- Desorden táctico e improvisación: además de la incomodidad de Palacios como centrodelantero, Juan Sánchez Miño rotó por todo el campo como volante, lateral izquierdo, una suerte de enganche y hasta de 9. Domingo Blanco y Cecilio Domínguez, los dos extremos, recibían la pelota de espaldas o tenían que retroceder demasiado para tener contacto con ella. Un desconcierto absoluto.
- Errores en la marca: en el primer gol, Fabricio Bustos no pudo parar a Lucas Janson y el rebote de Alan Franco habilitó a Maximiliano Romero, quien convirtió sin resistencia. En el 2-0, si bien hay mucho mérito en la gambeta de Thiago Almada, el pibe de Vélez encaró demasiado solo por izquierda.
SOY BERNAO. LA SOLUCIÓN ES QUE LOS CAMIONEROS, BECA–CESE Y LA JANGADA DE MUY MALOS JUGADORES NO ESTEN MÁS EN EL ROJO, FUERA TODA ESTA MIERDA.