Un día como hoy pero de 2004, Alveiro Usuriaga fue asesinado en Cali, Colombia, a sus 37 años.
El Palomo había desembarcado en Avellaneda a comienzos de 1994 y no tardó en meterse en el corazón del pueblo rojo. Marcó su primer gol ante Ferro y tiempo más tarde se consagró campeón del Clausura y la Supercopa de aquel año y la Recopa de 1995.
A mediados de ese año se fue del club y doce meses más tarde regresó al Orgullo Nacional. Allí formó parte de un equipazo comandado por César Luis Menotti pese a que no pudo levantar otra copa.
Su carisma, sus cualidades técnicas y sobre todos sus goles dejaron un recuerdo imborrable en la gente. Y aunque físicamente ya no esté, la gente de Independiente mantendrá siempre vivo su recuerdo.