En esta Copa de la Liga Profesional, a Independiente le hicieron tan solo 3 goles y todos fueron de cabeza, dos de ellos provenientes de una pelota parada, lo que habla de una cuestión a entrenar y mejorar. ¿Falta de concentración? ¿Errores individuales?
Pese a haber reforzado el juego aéreo con la llegada de Juan Manuel Insaurralde y la inclusión de otro central como Sergio Barreto, al Rojo le siguen convirtiendo por esa vía, aunque mucho menos que antes. Haber recibido tres tantos en contra en seis partidos habla de un muy buen promedio del equipo y de la defensa pero, al ver que dos de ellos fueron de una pelota detenida y que costaron la derrota, son detalles que Julio César Falcioni debe trabajar.
El primero fue en la primera jornada ante Lanús, en el Libertadores de América. Allí, en lo que fue el peor cotejo del conjunto de Avellaneda, el Granate se dedicó pura y exclusivamente a llenar de centros para abastecer a su doble 9 y así fue como llegó el gol del triunfo: falta evitable sobre el costado de Domingo Blanco, mucha gente en el área pero Ayrton Costa deja libre a Nicolás Orsini que la baja al medio y aparece solo con una palomita Guillermo Burdisso, que era la marca de Alan Franco. Minutos antes del gol, el ex Independiente había avisado con un cabezazo al palo desde un córner.
El segundo fue contra Newell´s: aquí no hay mucho que recriminar. La realidad es que los rosarinos fueron con todo en búsqueda del descuento tras estar 2-0 abajo en el marcador y pusieron mucha gente en el área del Rojo y un centro desde la derecha le cayó a la cabeza de Maximiliano Rodríguez. La anotación proviene desde una jugada común y corriente, con el Rey de Copas replegado aguantando el resultado. Quizás se puede recriminar la libertad con la que tiró el centro Manuel Llano, ya que Sebastián Palacios (cansado) no llegó al cierre.
Y el tercero es el último ante Vélez: tras haber planteado un partido inteligente al controlar a un equipo que venía puntero junto al Rojo en su cancha, a Independiente se le escapa sobre el final en lo que fue el único tiro al arco del rival con un pelota parada. Aquí, el que pierde la marca primero es Lucas Romero ante un buen centro pasado de Pablo Galdames y el que la baja es Miguel Brizuela. Luego, Lautaro Gianetti anticipa a Franco y Barreto, cabecea hacia el arco y le cae en la cabeza al peruano Luis Abram que en el área chica la empuja a la red. Sebastián Sosa poco tuvo para hacer, no era un jugada en la podría haber salido. Quizás Insaurralde, que es el que termina habilitando sobre la línea del arco, podría no haberse metido tanto y haber dejado en offside al defensor.
Igualmente es un punto a tener en cuenta para trabajar en un equipo que viene haciendo de manera correcta las tareas defensivas y que, si se mantiene la concentración en el seguimiento de las marcas y no solo se acumulan jugadores en el área propia, a Independiente le harán menos goles por esa vía.