A Alan Velasco le está costando volver al gran nivel que supo tener previo al tiempo que estuvo ausente por el coronavirus. No volvió a ser titular y, desde el banco, ingresa errático y no le da soluciones al equipo.
La Joya de Independiente comenzó el certamen en el once inicial en la derrota ante Lanús y luego sufrió una lesión en el sóleo, que lo hizo perderse el duelo ante Patronato de visitante. Volvió entrando unos minutos de buena manera contra Gimnasia y luego dio positivo de COVID-19, que lo marginó de las canchas dos semanas y no estuvo contra Newell’s, Villa Mitre por Copa Argentina ni en la goleada ante Sarmiento de Junín.
En su ausencia, Julio César Falcioni encontró un equipo que funcionaba y que venía de obtener 4 triunfos en fila, por lo que cuando obtuvo el alta médica, el Emperador lo llevó al banco. En su nueva vuelta contra Vélez en Liniers, partido importante ante el puntero de la zona, ingresó faltando 15 minutos y, atolondrado, tuvo varias pérdidas de pelotas y malas tomas de decisiones al querer pasar o encarar, una de ellas terminó en un contrataque y en el foul que culminó en el único tanto del rival.
El hincha del Rojo pensaba que era cuestión de tiempo a que se recupere tras la falta de fútbol lógica por el tiempo que estuvo aislado y lo pedía de titular, pero el DT nunca lo puso desde el arranque y la sintonía del ingreso ante el Fortín se volvió a repetir contra Boca, Talleres y en clásico vs. Racing. Ante la Academia tuvo varias conducciones, sobre todo en el final, en donde podría haber decidido mejor pero se encegueció con la gambeta o un remate al arco débil y fallido (así fue la jugada previa al penal).
Lo cierto es que los números de Velasco marcan que jugó 6 de los 9 cotejos por la actual Copa de la Liga, tan solo uno como titular y no anotó goles ni asistió. Bajo rendimiento para el jugador más habilidoso y más cotizado del equipo. ¿Será un futbolista que rinda mejor desde el inicio y no entrando en un partido ya armado?
