Independiente derrotó 3-1 como local a Montevideo City Torque por la segunda jornada del grupo B de la Copa Sudamericana. En LocoXelRojo analizamos las claves de la victoria.
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- Planteo inofensivo: en la primera etapa, el Rojo casi que ni llegó a inquietar a un conjunto uruguayo trabajado y que, con poca jerarquía, supo mover la pelota, cuidar la posesión y generar peligro en el arco protegido por Sebastián Sosa. Cada vez es más notorio que hace falta la inclusión de un volante más que conecte a los delanteros ya que los dos mediocampistas quedan con mucho espacio por cubrir y los laterales no están siendo profundos, una idea madre al usar línea de 5.
- Un gol que sirvió para despertar: si bien el gol de City Torque fue un baldazo de agua fría al comienzo del segundo tiempo, ayudó a que el conjunto de Avellaneda se despierte y tome las riendas del partido. Analizando el tanto, hay un horror tras otro del equipo. Se intenta salir jugando pero Ayrton Costa tira un pelotazo flotado a mitad de cancha, luego sale desesperado a enmendar su error, queda muy lejos y la línea defensiva quedó totalmente desarticulada habilitando a todos, especialmente Lucas Rodríguez, lo que generó que lleguen dos futbolistas mano a mano con el arquero.
- El cambio que cambió todo: con el resultado en contra, Julio Falcioni finalmente se dio cuenta que tenía que romper con los cinco del fondo y puso a un atacante más como Jonathan Herrera por Costa, parando a sus dirigidos más arriba y con más opciones ofensivas. Con el Sultán bien de 9, Silvio salió a armar un poco más de juego y con su gol característico desde la medialuna puso el empate y con el oportunismo del otro centro delantero se dio vuelta el marcador.
- Orgullo para un triunfo importante: pensando en que solo el primero del grupo avanza de ronda en la Sudamericana y con la goleada de Bahía a Guabirá, era clave ganar para quedar solos en la cima del grupo, sobre todo porque ahora se viene le viaje a Brasil. Bien por el Rojo que entendió que tenía que ir a buscarlo y supo revertir la historia, con más actitud que juego.
