Sebastián Sosa (6): prácticamente no tuvo trabajo en la noche de Avellaneda.
Fabricio Bustos (5): partido irregular para el lateral del Rojo, que se proyectó poco, se mostró impreciso con la pelota y algunas dudas en defensa.
Sergio Barreto (6): necesaria su vuelta, para darle más seguridad a la defensa. Atento en todos los cruces.
Juan Manuel Insaurralde (6): no sufrió en el fondo y controló bien junto a Barreto al ataque del Bicho.
Lucas Rodríguez (6): sólido atrás. Con su pegada buscó de manera precisa los pases largos a las espaldas de los defensores de Argentinos. Tuvo una chance de tiro libre, que pasó cerca.
Lucas Romero (6): arrancó de menor a mayor, pero completó un partido aceptable. Ubicación, recuperación y empuje.
Domingo Blanco (5.5): sacrificio y dinámica. Le constó romper líneas y sumarse a cada ataque del Rojo.
Sebastián Palacios (6): fue el que más peligro le generó al rival. Con su salida, se rompió el esquema e Independiente no volvió a ser el mismo.
Alan Velasco (4): mal partido de Velasco. Más allá de alguna jugada incipiente, la Joya no brilló. Falló mucho, hasta en las más simples.
Andrés Roa (4.5): es de lo más cerebrales del equipo, pero muy irregular. Le cuesta sostener un nivel parejo durante los partidos y eso le juega en contra.
Silvio Romero (4): perdido. Intentó conectarse con sus compañeros, pero perdió su foco de ser la referencia del equipo. Con otro compañero al lado, tampoco funcionó.
Jonathan Herrera (4): en una de las pocas que tuvo definió muy mal. Con su ingreso el equipo cambió el sistema y eso estuvo lejos de beneficiarlo.
Rodrigo Márquez (-): jugó poco más de 10 minutos en lo que fue su debut en Independiente. Probó desde afuera y se la sacó el arquero del Bicho.
Braian Martínez (-): entró pero no logró sacarle ventaja en los minutos finales a su velocidad y desequilibrio individual.
Lucas González (-): cuando ingresó Independiente había perdido la pelota y pudo comenzar a tenerla nuevamente.
No entiendo como en este equipo no pueda jugar Togni, con la falta que hacia ayer un carrilero zurdo, con llegada y marca. Y encima parece que se va! De locos