Al término del partido en las afueras del estadio cuando el público de Independiente se retiraba sin realizar ningún disturbio. La Policía Bonaerense sin necesidad alguna comenzó a reprimir contra la parcialidad Roja que se encontraba sobre la calle Smith.
El hincha del Rojo concurrió en masa a la Ciudad de Quilmes. Agotó las localidades y la Subcomisión del Hincha, fletó varios micros que junto a los de la Barra partieron en Caravana desde Avellaneda. El ingreso fue muy tranquilo pero a la salida comenzaron los problemas.
Gases Lacrimógenos, Balas de Goma, Palos y hasta piedras tuvieron que sufrir el maltrato los hinchas de Independiente (absolutamente todos: Hinchas, Barras, Micros, Autos particulares, Mujeres y Niños) por parte de los efectivos policiales que en lugar de custodiar y acompañar la desconcentración del público reprime. Si usted leyó bien, se pudo observar a efectivos policiales rompiendo cascotes y arrojándoselos a la gente que iba en los micros y en autos particulares, que no tuvo alternativa de escaparse por las calles aledañas al estadio y algunos otros responder a la agresión de los efectivos.
Durante todo el camino de vuelta para Avellaneda, se podía observar micros con gente de Independiente que aparecían por cualquier calle. Patrulleros y Motos con Policías parando autos con gente de Independiente que nada tenía que ver en el problema. La verdad una verdadera vergüenza.
Y como si esto fuera poco, la frutilla del postre paso cuando algunos micros y autos pudieron llegar a Sarandí, sin la custodia de la “efectiva Bonaerense” y se encontraron con la parcialidad de River que se encontraba sobre la Avenida Mitre en las cercanías a la cancha de Arsenal donde hoy el Millonario visita a Arsenal.
Ahí se produjo un nuevo enfrentamiento entre la gente de Independiente que volvía de Quilmes y la gente de River que esperaba por entrar a ver su partido. La cosa no pasó a mayores, aunque se pudo observa hinchas de River demorados.
Una vergüenza lo de la Policía que en lugar de cuidar al hincha en el 80% de los casos es la encargada de generar violencia para justificar costos operativos más elevados. A ver si el Gobierno toma cartas en el asunto. La gente quiere ir en paz al estadio y necesita de una Policía que los proteja y no que los reprima.
A continuación un fragmento con algunos segundos de los incidentes:
