Faltó puntería

En Avellaneda se jugó el Clásico entre Independiente y Boca en donde pasaron más cosas afuera que dentro de la cancha. Recibimiento a Lucchetti con Bolas de Fraile y Paragüitas de chocolate, agresiones de la tribuna Sur Alta, que ocupó la parcialidad de Boca, arrojando globos con pintura, con lavandina y trapos prendidos fuego, hacia la Sur Baja que va la gente del Rojo. Y lio a la salida entre la Policía y los hinchas Xeneizes.

A pesar de todo esto se jugó un partido en donde Independiente se quedó con un sabor agridulce. Sin mostrar mucho el Rojo fue más que Boca y de no ser por la falta de puntería a la hora de definir las jugadas los tres puntos quedaban en Avellaneda.

La victoria en la Copa Sudamericana ante Defensor Sporting, revitalizó los ánimos, pero no pudo esconder ciertas carencias que tiene el equipo del Turco, que no logró aprovechar la ventaja de tener un hombre más por la expulsión de Jesús Méndez, a 16 minutos del segundo tiempo.

Facundo Parra no pudo meter la que tuvo. Silvera inquietó a Lucchetti con un tiro que pasó muy cerca del palo del uno de Boca. Galeano tuvo la propia estrellando el balón en el travesaño.

Fredes con el correr del partido se hizo cargo del medio campo y cortó el circuito de Boca, por lo tanto el conjunto de Borghi no encontró la forma de inquietar el arco de Hilario.

En el complemento el Turco salió a jugar con una línea de 4. Entro Nico Martínez en lugar de Mancuello lesionado pero la cosa no cambio mucho. Independiente tuvo la pelota pero ni la entrada de Gómez pudo hacer que los centros lleguen a un buen destino y que los delanteros conviertan.

Hay que rescatar la solidez defensiva que tuvo el equipo. Esta vez no hizo falta que Hilario se ponga el traje de figura. Una lastima que no se tuvo puntería, porque si entraba 1 los 3 puntos quedaban en casa. Y un parrafo aparte para la criminal patada de Insaurralde a Mancuello, que se retiró con un esguince y esperemos que no sea nada más grave. ¿Abal?, bien gracias sólo una amarilla.