Pese a las dos derrotas en el inicio de la Fase Campeonato de la Copa Diego Maradona, Independiente sigue con vida. Hoy venció 2-0 a Argentinos Juniors como visitante, con los goles de Jonathan Menéndez y Alan Velasco. Carlos Benavídez se lesionó y encendió la alarma.
Con el cambio a último momento de Thomás Ortega por Gonzalo Asís y el regreso de Lucas Romero, Lucas Pusineri se jugó su última carta en un escenario siempre complicado para el Rojo. Y por suerte salió bien. No sufrió mucho en defensa y fue efectivo en las pocas que tuvo en ataque.
El triunfo fue merecido. Aunque el Bicho había arrancado un poco mejor, fue el Rojo quien forzó un error del rival gracias a Andrés Roa. La pelota le quedó a Menéndez y con un derechazo cruzado, estampó el 1-0 a los 24′ de la etapa inicial. Minutos más tarde llegó la pálida de la jornada: la lesión de Benavídez -de correcto partido hasta su sustitución- y el posterior ingreso de Lucas González.
El Rojo se fue al descanso en ventaja y con la sensación de que si apuraba un poco, podía ampliar la diferencia. Sin embargo el equipo recurrió a un mecanismo habitual estando arriba: cedió iniciativa, se replegó y apostó a una contra o un error del rival. El local pudo haber empatado en una media vuelta de Mateo Coronel que dio en el palo.
Pero cuando el trámite del encuentro comenzaba a emparejarse por la insistencia de Argentinos de llenar de centros el área de Sebastián Sosa, llegó el segundo. Otra vez Roa recuperó una pelota en tres cuartos, el Chino Romero descargó con Saltita y éste asistió a Velasco, quien puso el 2-0 a los 26′ del complemento.
En el tiempo restante solo quedó lugar para redondear los buenos rendimientos de Alexander Barboza, el Perro Romero y los chispazos del colombiano. Los de Pusineri volvieron al triunfo tras cuatro encuentros y el Rojo continúa con vida en el torneo local. Ya no depende de sí mismo, es cierto, pero todavía respira.
