Argentina empató 3-3 con Francia, le ganó 4-2 por penales y se consagró campeón del Mundial de Qatar 2022. ¡La tercera es nuestra!
Lo soñamos toda la vida y acá está. Pasó. Es real. Después de 36 años de espera, de tristezas, de decepciones, la Selección volvió a la cima del mundo de la mano de un grupo humano inolvidable, que acompañó a Lionel Messi a conseguir su sueño, nuestro sueño.
Lo que parecía que sería una final tranquila terminó teniendo una definición para el infarto. Es que el equipo de Lionel Scaloni manejó el partido a su antojo durante todo el primer tiempo y buena parte del segundo, logrando conseguir una ventaja que ni el más optimista imaginaba. Primero Messi, de penal, y después Ángel Di María, con una definición exquisita en una gran jugada colectiva, marcaron para un 2-0 que nos invitaba a soñar despiertos. Pero el fútbol, este deporte tan hermoso, es tan impredecible como injusto.
En un abrir y cerrar de ojos, a diez minutos del final, los franceses empataron el partido con un doblete de Kylian Mbappé. El descuento fue de penal, tras una falta de Nicolás Otamendi. El 2-2 llegó 60 segundos más tarde, con una volea espectacular en un ataque que agarró a Argentina dormida.
Al igual que contra Países Bajos, al definición se estiró al alargue. Fue ahí donde volvió a aparecer el mejor del mundo, el que nunca nos dejó tirados cuando las cosas estaban difíciles en este Mundial. A los 3’ del segundo tiempo suplementario, Lautaro Martínez definió mano a mano, el arquero dio rebote y Messi la empujó para desatar la locura en el banco argentino. Sin embargo, a dos minutos del cierre, una mano de Gonzalo Montiel le dio otro penal a Francia y Mbappé volvió a cambiarlo por gol.
Al alargue le quedaba un momento aún más infartante. El protagonista fue Emiliano Martínez, quien se convirtió en héroe nacional en el minuto 123. Randal Kolo Muani quedó mano a mano con Dibu para definir el título, sacó un fuerte derechazo a quemarropa y el ex Independiente, a puro reflejo, le ahogó el grito sagrado. Increíble. Imposible. Pero real. La atajada más importante de todos los tiempos.
Fue así como el campeón del mundo se definió desde los doce pasos. Increíblemente al Dibu le quedaba una bala más para esta instancia llena de tensión. Después de los goles de Kylian Mbappé y Lionel Messi, Martínez le atajó el remate a Kingsley Coman e hizo estallar a la hinchada argentina en el Estadio Lusail.
Tras la atajada, Paulo Dybala anotó su penal e inmediatamente Aurelien Tchouameni la tiró afuera. Lo que siguió fue la gloria misma. Leandro Paredes estiró la ventaja, Kolo Muani descontó y Montiel, el que nunca erró desde los doce pasos, pateó con autoridad para darnos la Copa del Mundo.
Ocho años después, Argentina tuvo revancha. Somos campeones mundiales. Tenemos tres estrellas. Messi sabe cuánto pesa la Copa del Mundo. No te lo contaron tus viejos ni tus abuelos, ahora pasó de verdad. Una alegría para toda la vida. ¡Dale, campeón!
